lunes, 11 de octubre de 2010

Pasos para ser mejores Padres

Paso 1

Busque un buen consejero:

¿Por qué dar este paso? 

Puede que la primera vez que los padres sostengan en sus brazos a un hijo recién nacido los embarguen emociones encontradas. “Sentí admiración y una profunda alegría —relata Brett, un padre de Gran Bretaña—; pero también tuve la sensación de que era una responsabilidad muy pesada y que no estaba preparado para ella.” Mónica, una madre de la Argentina, dice: “Me preocupaba saber si podría satisfacer las necesidades de mi hijita y me preguntaba si lograría hacer de ella una mujer de bien”.

¿Se identifica con las alegrías y los temores de estos padres? No cabe duda de que criar un hijo es una de las tareas más difíciles —y al mismo tiempo más gratificantes— que existen. Como puntualizó un padre, “dispones de una sola oportunidad para criar a tu hijo”. En vista de que el bienestar y la felicidad de los hijos dependen en gran medida de lo que hagan los padres, usted quizás sienta la apremiante necesidad de recibir consejos fiables sobre cómo desempeñar mejor su papel.

El problema. 
Cuando se trata de la crianza de los hijos, parece que todo el mundo tiene algo que decir. Antes, los padres primerizos copiaban el ejemplo de sus propios progenitores o se guiaban por sus convicciones religiosas. Ahora, sin embargo, en numerosos países la familia está en declive y la religión ha perdido su influencia en la sociedad; de ahí que muchos recurran a profesionales en la materia. Algunas de las opiniones de estos expertos se basan en buenos principios; otras, en cambio, resultan contradictorias y pronto se quedan anticuadas.

La solución. 
Aconséjese con la Persona más entendida en el tema de la crianza de los hijos: el Creador de la vida humana, Jehová Dios (Hechos 17:26-28). Su Palabra, la Biblia, contiene consejos directos y ejemplos prácticos que pueden ayudarle a ser mejor padre o madre. Él promete: “Ciertamente daré consejo con mi ojo sobre ti” (Salmo 32:8).

¿Qué consejos da Dios a los padres para ayudarlos a criar hijos felices?

“Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.” (Proverbios: Capítulo 3: Versículo 5)

Para esto es necesario que Ud, disponga de una Biblia en su hogar, para buscar, debe tener en cuenta el Libro que se menciona Ej Probervios, posteriormente aparece el Capitulo, que es el numero más grande, y luego el versiculo que es el numero más pequeñito.

Paso 2

Haga de su casa un oasis de amor

¿Por qué dar este paso? Los niños necesitan amor, pues sin él languidecen. El antropólogo M. F. Ashley Montagu escribió en los años cincuenta: “Lo que el organismo humano más necesita para su desarrollo es nutrirse de afecto; la fuente de toda salud está en la experiencia afectiva, especialmente durante los seis primeros años de la vida”. Los investigadores modernos coinciden con la conclusión de Montagu de que los niños “sufren graves mutilaciones [emocionales] cuando se les da una dieta de afecto inadecuada”.

El problema. 
 
La vida en este mundo desamorado y egoísta provoca muchas tensiones en el seno familiar (2 Timoteo 3:1-5). Las presiones económicas y emocionales que conlleva la crianza de los hijos agravan los problemas en el matrimonio. Por ejemplo, las diferencias de opinión sobre la manera de disciplinar y premiar a los hijos pueden aumentar la tirantez entre dos personas que ya de por sí tienen dificultades para comunicarse.
 
La solución
 
Planifique regularmente actividades en familia. Las parejas también necesitan apartar tiempo para estar a solas (Amós 3:3). Utilicen bien el tiempo de que disponen después de que los niños se van a la cama. No dejen que la televisión les robe tan valiosos momentos. Mantengan vivo el romanticismo expresándose cariño constantemente (Proverbios 25:11; El Cantar de los Cantares 4:7-10). Y en vez de estar siempre “señalando faltas”, busquen a diario maneras de alabar a su cónyuge (Salmo 103:9, 10; Proverbios 31:28).
 
Dígales a sus hijos que los ama. Jehová dio el ejemplo al expresar abiertamente el cariño que sentía por su Hijo, Jesús (Mateo 3:17; 17:5). Fleck, un padre de Austria, dice: “He aprendido que los hijos son un tanto como las flores, que buscan el Sol para que les dé luz y calor. Los hijos acuden a sus padres para recibir amor y la confirmación de que son miembros valiosos de la familia”.
 
Sea que tenga cónyuge o que su familia sea monoparental, si enseña a los suyos a amarse mutuamente y a amar a Dios, su vida familiar experimentará una mejora sustancial.
 
Ahora bien, ¿qué dice la Palabra de Dios sobre el modo de ejercer los padres la autoridad?

“El amor es un vínculo perfecto de unión.” (Colosenses 3:14).
 
 
Paso 3
Ejerza su autoridad

 
¿Por qué dar este paso? 
 
Ciertos estudios muestran que “los hijos criados por padres amorosos y que hacen valer su autoridad —aquellos que apoyan a sus hijos y al mismo tiempo establecen límites definidos— sobresalen académicamente, desarrollan mejores habilidades sociales, se sienten satisfechos consigo mismos y son, por regla general, más felices que aquellos cuyos padres son demasiado blandos o excesivamente severos”, informa la revista Parents.

El problema. 
 
Desde la infancia hasta la adolescencia, los hijos desafiarán el derecho que tiene usted a ejercer autoridad sobre ellos. “Los niños aprenden rápido a detectar cuándo temen los padres afirmarse en su autoridad y cuándo puede uno confiar en que se rindan”, escribe John Rosemond en su libro ¡Los padres al poder! Y añade: “Nunca debe caber la duda de a quién le corresponde llevar la batuta. [...] ‘Cuando el padre no manda, el niño se desmanda.’”.

La solución. 
 
No crea que si ejerce su autoridad, sus hijos se alejarán de usted o que anulará por completo su personalidad. Jehová Dios, el Autor de la vida familiar, no se ha propuesto que los hijos tengan voz y voto en la dirección de la familia; todo lo contrario: ha conferido a los padres una posición de autoridad, y manda a los hijos que “sean obedientes a sus padres” (Efesios 3:14, 15; 6:1-4).

Se puede ejercer autoridad sin ser un tirano. ¿Cómo? Siguiendo el ejemplo de Jehová. Él tiene el poder para obligar a sus hijos humanos a hacer su voluntad, y sin embargo, apela a lo bueno que hay en nosotros. “¡Oh, si realmente prestaras atención a mis mandamientos! Entonces tu paz llegaría a ser justamente como un río”, dice su Palabra (Isaías 48:18). Jehová quiere que le obedezcamos por amor, y no por temor morboso (1 Juan 5:3). Es razonable en lo que pide de nosotros y sabe que nos irá bien si seguimos sus normas morales (Salmo 19:7-11).

¿Cómo conseguirá la confianza necesaria para ejercer equilibradamente su autoridad? Primero, tiene que estar convencido de que eso es lo que Dios espera de usted. Y segundo, debe tener la certeza de que cumplir las normas morales de Dios es el mejor camino que usted y sus hijos pueden seguir (Romanos 12:2).

¿Cuál es una manera concreta de ejercer su autoridad?

“Corrige a tu hijo [...]: entonces te dará grandes alegrías.” (Proverbios 29:17, La Nueva Biblia Latinoamérica, 2004)